Google+ Agapornix esquizofrenico: Cuéntame un cuento

Metricool

Friday, May 11, 2012

Cuéntame un cuento

Y comenzamos el capitulo 3.

La pequeña Topanga

Los días pasaron tranquilos hasta que llegó a las Doce Mazorcas, la noticia de que la pequeña de los Malone había tenido un aparatoso accidente con su caballo y había fallecido esa misma mañana, por lo que se celebraría un funeral por el eterno descanso de su alma. La noticia afectó mucho a Madelaine, ya que esta conocía a la pequeña Topanga desde que nació hacia ahora 12 años. Madelaine esperó a que Richard volviera del campo para comunicarle la noticia.
- Richard, han llegado noticias de las Siete Colinas-

- ¿Y?- dijo el ásperamente, todavía no se la había pasado el berrinche

- Topanga Malone ha muerto esta mañana en un accidente hípico-

- ¿Cómo? ¿Estas segura de lo que dices?-

- Ha venido Sam ha comunicar la noticia-


- Así que es cierto. ¿Cómo ha sido?-

- Sólo sé que se ha caído del caballo- dijo Madelaine apesadumbrada. –Esta tarde es el funeral-

Dicho esto, Richard subió a la habitación a prepararse para el evento. A él también le había afectado la muerte de la hija de los Malone. Richard y Philippe Malone eran amigos desde la niñez, incluso habían trabajado juntos en la plantación del padre de Madelaine. Philippe había abandonado la antigua  plantación por causas menos escabrosas que Richard, él simplemente compró unas tierras y se independizó. Se casó  y tuvo dos hijos: Stuart y Topanga. Ella, al ser la única chica, recibía todo el amor de su padre quien le concedía todos sus caprichos. La quería con todo su alma. Richard intento ponerse en la situación de su amigo pero no pudo.

El funeral era a las 5 de la tarde, pero Richard salió para la casa en cuanto estuvo cambiado y le dijo a Madelaine:

- Yo saldré ahora, tú iras mas tarde con los chicos-

- ¿Y quien conducirá el carro?- preguntó ella

- Le he dicho a John que se encargue él-

- De acuerdo- dijo ella.

Así que Richard se fue y Madelaine se quedó aguardando a sus hijos.Cuando Patrick y Suellen estuvieron listos salieron a la puerta para esperar al carro.

-¿Dónde esta el carro, John? - preguntó Madelaine.

- Ahí viene señora -

Ella se volvió y miró hacia el carruaje que se aproximaba envuelto un una nube de polvo. De repente, le dio un vuelco el corazón, el pulso se le aceleró y sintió una debilidad en las piernas. No podía creer lo que estaba viendo. El conductor del carruaje no era otro que Titán. A pesar de la gran agitación que sentía por dentro, Madelaine disimuló ante sus hijos. Subió al carro y con la voz más firme que pudo entonar dijo al cochero que los llevara a la plantación de sus amigos. El viaje transcurrió sin sobresaltos.

Eran poco más de las cuatro y media cuando los Kendal llegaron a las Siete Colinas. Había muchos carros en la entrada de la hacienda. Los Kendal se apearon en la entrada principal, donde los recibió la afligida madre de la criatura, India Malone. Esta los condujo a la sala donde estaba el cuerpo de la niña. El rostro de la pequeña Topanga que antes rebosaba vida y juventud, brillaba ahora enmarcado por las blancas magnolias que rodeaban su diminuto cuerpo. La chiquilla había muerto a consecuencia de una caída desde su caballo Scotch. Estaba cabalgando, como todas las tardes, por las colinas de su plantación cuando el caballo vio un zorro, Scotch se desbocó y empezó a agitarse. La pequeña Topanga no pudo controlar al animal y cayó violentamente al suelo. Se golpeó la cabeza contra una roca. Murió en el acto. Los criados la encontraron varias horas después. La repentina muerte de la niña había conmocionado profundamente a la familia Malone. India no había parado de llorar desde que vio el cuerpo sin vida de su hijita. Philippe había matado al pobre caballo de un tiro, y se habría pegado otro él mismo, si no se lo hubiese impedido uno de los criados.

La ceremonia había comenzado, todos los invitados estaban sentados en las sillas forradas de tela negra con unos crespones blancos que llenaban la estancia. Todos estaban callados escuchando las palabras del pastor, así que nadie se dio cuenta de que Philippe no estaba en la sala. El matrimonio Kendal por ser intimo de la familia estaba sentado en la primera fila, al lado de la puerta. De pronto, como un rayo entró en la abarrotada sala, Philippe gritando como un endemoniado.

- ¡Tú¡- dirigiéndose a Richard – Tu mataste a mi hija-

Toda la sala estaba conmocionada. Nadie daba crédito a lo que estaban presenciando. ¿Cómo era posible que el mejor amigo de Philippe hubiese matado a la pequeña?, ¿Qué estaba diciendo aquel hombre?

- Qué esta diciendo Philippe- dijo Richard tan sorprendido como el resto de los invitados- Yo no he matado a nadie-

- Claro que sí. No recuerdas, Richard. Tú me vendiste a Scotch.- una exclamación recorrió la sala- hace un año fui a buscar un caballo para el cumpleaños de Topanga y tú... tú...... me aseguraste que era manso. “¡No te causará problemas!” Dijiste, “Llévatelo, Philippe, es manso como un perrito” me aseguraste. Y ahora qué, ves lo que tu “perrito” ha ocasionado... -

- No sigas Phil- intervino India – dirás cosas que no sientes-

-¡Cállate, India!, Y en cuanto a ti, Kendal, sal ahora mismo de esta casa y no vuelvas a poner tus sucios pies en mi plantación-

Richard cogió su sombrero, sus guantes y salió de la casa, sin pronunciar una sola palabra. Madelaine se había quedado en su silla sin poder creer lo que acababa de ver. En cuanto Richard salió de la habitación, Philippe se desplomó. Hicieron falta dos hombres fuertes para llevarlo a su habitación. India Malone entró en un ataque de llanto, así que la señora Bare la sacó a la terraza para que le diera el aire. Después de esto, el padre Bryson intentó devolver la tranquilidad a los invitados que no se habían marchado o desmayado.

Continuará.....

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