Google+ Agapornix esquizofrenico: September 2015

Metricool

Wednesday, September 2, 2015

Esa mujer.

Me he puesto Yomvi. No vamos a entrar en dar detalles de cómo, pero lo tengo. Lo primero que he hecho ha sido irme a la sección de cine español. Su selección es entre aleatoria y disparatada. Te encuentras títulos como Azul oscuro, casi negro y El liguero mágico. Destape e intimísimo intelectual de los 90 en el mismo menú. Ni que decir tiene, que yo me fui directamente al cine anterior a 1985, que es el que me merece la pena.

Elegí Esa mujer de Mario Camús para Sara Montiel. Si, así, como las colecciones cápsula. Y es que la película, o cinta, como lo llaman los críticos, es un continuo lucimiento, como todas sus películas de gran estrella, de Saritísima. Planos medios con luz central, claroscuro con ojos vidriosos, perfiles imposibles, cambios de plano fascinantes y Sara siempre perfecta. Siempre peinada. Siempre Sara. 

Pues bien, la historia no es nada del otro mundo, así como en Pecado de Amor, Magda aka Sara, se refugia en un convento después de una vida disoluta, en esta ocasión, es a la inversa, pasa de monja a pilingui. No, pilingui no, primera figura de la canción, que venía a ser lo mismo.

Varias cosas que me llaman la atención, con respecto a otros filmes de esta chica, de las que todos conocemos como La Violetera, El último cuplé, Pecado de amor o Yuma... Su época de Méjico, pues, no estoy yo muy puesto, fíjate. Lo que iba, hay detalles que son muy distintos en este film. Cosas que llaman la atención, en las que se nota el paso del tiempo, no sólo en cuanto a la prota, que sigue exultante, bella y con una cutis de porcelana (ya sea por la media o no) pero se nota que ya no es una niña. Tiene ya una belleza madura. No es la belleza lozana y regordeta de sus grandes éxitos. Aquí es mujer. Rotunda y sobreactuada. Ya era Leyenda.

-Los escotes. Pero escotes, escotes. Nada de insinuar. Nada de esas copas vacías a las que les faltaba carne para rellenar. No, no, no. Ríete tú de JLo. Una maravilla carnal de la época. Aquí ya Sara se empieza a plantear si lo próximo será un destape con Barbara Rey. Se empieza a pensar lo suyo.

- Escenas de cama. ¿Dónde se ha visto una escena de cama en una peli de Sara? ¡Qué barbaridad! Obviamente, muy... Diría 80's pero no, ya que era 1969, era más destape. Pre-destape. Enseñando, sin enseñar, como Liz en Cleopatra. Aunque ésta iba en bolsa. Y se veía. Sara no. Mas elegante pero igual de carnal, enseña espalda, bajo espalda, que no culo, canalillo y melena sexy. Todo con sábanas estratégicamente colocadas, visillos veladores, cámara rotando por la escena, jauría de brazos, abrazos y meneos. Música casi de sintetizador. Habíamos cambiado de tercio. El futuro ya está aquí.

-Las canciones. Pocas. Reguleras. Éxitos de otros. Maravilla la puesta en escena de Contigo aprendí, en un remake de Sunset Bulevard o El crepúsculo de los dioses para...los de la ESO pero dudo que alguien sepa cuál es. Pues eso. Bien de mansión, de escalera gigante, de joyas, de orquesta , catering y fiesta para dos. Y la otra, Aquel amor, un delirio propio de la época. Fantasía cromática. Los 70. Un poco James Bond.

- La pelucas. ¡Ay Madre! No es nada nuevo esto. Sara siempre usaba postizos y rellenos y trenzas y moños de varios pisos como una novia gitana. Y no pasa nada. Es así. Pero en esta película. Ay. En esta película... las pelucas son... falsas. Sí. Es eso. Su pelo de monja es maravilloso, de hecho, se mueven desacompasados en la cama del dolor. Como cuando Tootsie se gira en la cama pero la peluca no. Eso, bueno, no le van a cortar el pelo, para dos escenas. El problema es que cuando ya no es monja, que ya es civil... todavía no acierto a comprender qué querían expresar con ese pelo. Además de ser una stravaganza de peinados, de esos de 7 en uno, moño con tirabuzón, coleta, flequillo y melena suelta, todo a la vez, es como que le empieza en la ceja. Raro. Pelo peluca. Y no. No va a mejor según avanza el film.

- La violación y destierro. Un tema esto. Se supone que ella es una monjita misionera en algún lugar indeterminado de Latino América. Allí canta a los niños y tal. Y una mañana, la misión es asaltada por unos fulanos que se ponen las botas con toda la congregación. Así mal, claro, no en plan de quererse. Total, que vuelven pa España y la madre superiora que es una total bitch y que no estaba de misión, quizás por eso, les dice que por orden del Obispo y peña de la orden que, visto lo visto, es decir, dos barrigas, la de Sara y la de otra con cara de rata almizclera, lo mejor es que... se destierren. En teoria para hacer como retiro espiritual para plantearse si siguen de monjas o no. Que, vaya papeleta encima. Total, que las mandan a un convento tipo el de El nombre de la Rosa pero como en Lugo. Así con viento, lluvías, acantilaos, mares bravíos y árboles de esos como de Tim Burton. Y digo, yo. Anda que no. Menudo tema. Encima de todo, te llaman chunga y te destierran. Sería una crítica o algo. Que el Camus pues era rojillo. E hizo La colmena.... con eso está todo dicho.

Eso sí. Explicaciones poquitas de las cosas. O las pillas. O no. Que esto no es hollywood.

 Aparte de esto, hay cosas que nunca cambian. Reconocibles en todas las peliculas de la manchega universal. 

- El vestuario excesivo. Bien de tules. Le encantaban los tules. Y cubrirse la cabeza con ellos. O con sombreros o telas random. Samaritana Style. Todos recordamos la famosa escena de la peli de Almondrobar, que ella llega envuelta, en el sentido literal de la palabra, en tules morados, en señal de dolor, penitencia y pecadoración al convento. Pues bien, la escena de antes y de después es ella, caminando, saliendo del covento, un convento que si llega a estar más alejado lo ponen en una isla de Arán, enfrentandose a un viento huracanado. Con tules. Muchos tules. Largos. Y ahora vas y camina. 

- Sufre. Sara sufre. Sufre por amor siempre. Se enamora de lo peor. La torean sin parar y ella sufre. Corre por la sala, se agarra a cosas. A la cama, a la esquina, al quicio de la puerta, a sí misma. Desgracias nivel película de Sara.

- Muere gente. Tanto violenta como naturalmente. Es como Jessica Fletcher. La gente muere. A veces por su culpa, pero ella nunca es la culpable real y otras veces, para fomentar su sufrimiento. Y ya, el colmo, cuando muere ella. Ojalá hubiese hecho una versión de La Dama de las Camelias.

No, en serio, es que no sabéis qué pelucas lleva. Un delirio.

- Canta estupendamente y se hace artista de fama. Dinero nivel Arabia. En ésta, la transición de café teatro a grandes salas y conciertos para 7 Grandes de España es muy cuca. No hay vías de tren que te van dando pistas, ni cenas con empresarios, no. Aquí llega un fulano de la nada, la oye cantar en una redada anticarlista o algo así, nunca se explicó y ya. 3 planos de 3 lugares diferentes durante la misma canción, en la que se ve como va medrando, claro, y ya. Ya tiene mas dinero que un milord, que dirían las coplas.

Sí, podría decir que es mala. Pero las pelis de Sara no son malas. Son pelis de Sara. Da lo que ofrece, lo que la gente espera ver, como Wes Craven. Quieres ver a la diva haciendo de diva. Salir resplandeciente en todos y cada unos de los planos en los que sale. Joyas, vestidos de ensueño, casas espectaculares y galanes. Todo eso era Sara. Se quedó como Norma Desmond. Sí. Pero, ella estuvo en Hollywood y tú no.

Un beso a todos.