Google+Agapornix esquizofrenico: You're kind of a rich bitch
Metricool
Thursday, January 13, 2011
You're kind of a rich bitch
Me ha llenado de profunda alegría que Neox, uno de mis canales favoritos (si, lo es), haya decidido reponer The O.C. Una gran serie.
En su estreno original yo me enganché pero no mucho. Sólo un par de temporadas porque enseguida la vida me llevó por otros derroteros. Yo no era consciente de lo grande que es esta serie. Lo veo ahora que la observo en perspectiva. Y como muchos antes que yo, no puedo evitar compararla con la gran serie de nuestro tiempo: Gossip Girl.
Ambas series son igual de absurdas e insustanciales. Pero si que es cierto, siempre moviéndonos en términos y consideraciones de que es una serie, pues es cierto que en The O.C. los temas se tratan un poco más en profundidad sin el ambiente amnésico que reina en el Upper East Side, donde nadie se acuerda de las putadas(se puede decir putadas en un blog??) que se hacen mutuamente. Porque sobre todo, las putadas han ido creciendo de intensidad, llegando a poner en peligro la integridad física de las puteadas.
Aunque tengan similitudes muy palpables, obviamente sus diferencias también saltan a la vista. Ambas representan lo “cool” del momento. La serie se estrena en 2003 y Gossip en 2007. Aunque solo las separan 4 años, las cosas son bien diferentes. Aunque de alguna forma, Gossip toma el testigo de serie del momento que dejó O.C. el panorama ha cambiado. Es decir, las maquinaria de marketing están a punto para culminar lo que habían estado ensayando durante 4 años, convertir a sus protas en estrellas. De O.C. la única que corrió esta suerte es la maltrecha Misha Barton. Maltratada en la vida como en la serie.
Las dos series se desarrollan en escenarios exclusivos y de alta gama. El Upper East Side y Newport Bay, California. Mientras el primero es retratado como un editorial de Vogue, Harper’s Bazaar (cuando molaba) y el sueño psicotrópico de un estilista hasta arriba de Clicquot; el segundo tiene el tufillo hortera que tienen todas las ciudades con playa… lo tiene Miami Beach, South Beach, Venice Beach y todas las beachs. Con grandes y ostentosas mansiones con piscinas voladoras, salones gigantescos con muebles imposibles, escaleras de mármol con balaustradas de mármol, mármol, mucho mármol… Y todo en dimensiones panteónicas. El autentico rico americano.
En la primera, desde el capitulo piloto se enumeran al menos 3 diseñadores y se muestran otros tantos bolsos de alta gama. Muy acorde con los tiempos que corrían donde las marcas, los logos y el escaparatismo eran lo mas de lo más. Cuantas más marcas y mas ostentosidad rezumara tu apariencia mejor. Muy playero todo. En cambio, Gossip es más artificial, prima la bella fotografía y la belleza visual antes que la credibilidad y la comodidad. El primer capítulo de la 4º temporada es sencillamente irreal. Eso sí, pocos son los diseñadores que se nombran, lo que no quiere decir que no aparezcan.
Del mismo modo, sus protagonistas parecen iguales....pero no lo son. Aunque se nota que los guionistas son los mismos y muchos se llevaron los apuntes que tomaron en las brainstormings.
Marisa/Serena
La rubia. La primera protagonizada por una desconocida Mischa Barton. Antes de que existieran las It-Girl, las voguettes y Sienna Miller, ella se hizo imprescindible en fiestas, desfiles y saraos varios. Pero se perdió. Y su personaje, a lo Dorian Gray, iba contaminándose y dando giros cada vez mas irreales. Alcohólica, yonki, bollera... De un capitulo a otro. En cambio Serena, estaba programada para ser una It-Girl y no ha parado hasta conseguirlo. Tanto que esta misma semana se anunciaba su incorporación al mundo Chanel. Yo prefiero a Marisa/Mischa...
Summer/Blair
La morena. NADA que ver. Pero nada que ver. Sobre todo al principio de la serie. Si la Leighton nos deleita con unos estilismos cada vez mas cuidados, unos saltos de cama que son la envidia de hombres y mujeres y unos complementos dignos de una gala benéfica, la segunda no para de ir en horribles bikinis, Capris y camisetas imposibles. Por no hablar de su over-make up, su pelo planchado y mini bolsos plateados. Aquí gana Blair por goleada.
Seth/Dan
Los inadaptados. Ambos parecen vivir en un mundo que no les corresponde. Comics, sofisticadas intervenciones en sus diálogos y sobre todo un estilo propio. Bien es cierto que nadie como Seth Cohen ha sabido plasmar el Cute Nerdy Style. Con sus 800 polos Penguin, sus camisetas, su monopatín y su acidez para contestar a todos los que le vilipendian, lo convierten en el favo. Dan aburre con su actitud de cachorrito. Aunque he de decir que el gimnasio le ha sentado fetén.
Ryan/Nate.
El guapo. Obviamente, esta pareja es la que menos se parece, salvo en que ambos deben compartir el mismo peluquero. En serio, qué os pasa en los pelos?? Nate parece haber encontrado por fin un estilo que lo hace más humano y menos muñeco. Y he decir que es sensiblemente más guapo que Ryan. Es el chico perfecto, el novio perfecto, hijo perfecto y siempre parece oler a limpio y a colonia de baño. En cambio Ryan, es el macarra encantador. Se pasa toda la primera temporada en camiseta interior blanca, luciendo musculo de malote de barrio, que imperceptiblemente irá perdiendo. En este punto no se por cual decidirme... Nate decora muy bien, pero Ryan seguro que es más divertido, llegado el momento.
Kirsten y Sandy/Lilly y Rufus.
Los padres protagonistas. Los Cohen no molan tanto...aunque Kirsten se haga alcohólica y Sandy tenga una belleza perturbadoramente femenina no le llegan ni a la punta del pie a los Humphrey-Bass-van der Woodsen. Rufus, que iba de hippie y vivía en una pisazo (porque es un pisazo) en Brooklyn, acaba viviendo en el Upper East Side. Y se acostumbra rápido a su nueva vida....pronto cambia sus fascinantes camisas a lo Billy Joel, por jerseys en tono pastel combinadas con camisas Vichy y chinos al más puro estilo Hilfiger. Y Lilly?? Mi favorita sin duda. Por actuar embarazada y nunca enfocarla de cuerpo entero, por sus peinados, por su despreocupación total por sus hijos, por sus Birkins y sobre todo, sus joyones: Amatistas del tamaño de una cabeza de bebé para estar, una tranquila tarde, tomando té.
En la serie no hay Chuck Bass. Lo cual me parece bien. Es imposible de imitar. Aunque en la tercera temporada pareciera un señor de 50 años y la cuarta sea un poco aburrido. Queremos al Chuck de la White Party.
Ambas tuvieron su momento y dentro de 5 años, cuando Gossip se haya acabado...o no, porque para mí, debía haberse acabado hace un par de temporadas... Quizás la serie del momento haga que Harry Winston, Matthew Willianson o Carine Rottfield nos parezcan tan desfasados como los vaqueros de Shanen Doherty en 90210
2 comments:
Rufus y Dan son la pereze personificada.
Lo son. Qué duda cabe...
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